El clima

En la zona de Guangzhou hay un periodo caluroso y húmedo de abril a septiembre, y las temperaturas pueden llegar a los 38ºC. También es la estación de lluvias y los tifones tienden a azotar la costa entre julio y septiembre.
De enero a marzo hay un corto invierno, no hace mucho frío pero las lluvias también suelen ser persistentes.
El otoño y la primavera son las mejores estaciones para viajar ya que las temperaturas suelen rondar los 20/25 ºC.

Esto está sacado de la guía que tengo en casa, ahora comento mi experiencia.

La primera vez que viajamos fué en invierno, a finales de enero y estuvimos la primera semana de febrero, todos los días llovió salvo el último. La lluvia no era fuerte pero practicamante no paraba en todo el día. La temperatura rondaba los 13/15 grados y el día que no nos llovió subió hasta unos 20ºC, muy agradable para ir en mangas de camisa. Si tenemos en cuenta que luego en Pekín estuvimos con nieve y con unos -8/-13 grados, la temperatura era maravillosa.

La segunda vez que volvimos a China era pleno verano, aterrizamos en Guangzhou un 10 de Julio y el bochorno absoluto que notamos nada mas salir del aeropuerto no nos abandono hasta que volvimos a casa.
Rondaríamos los 30/35 ºC todos los días con una humedad que estaría cercana al 100% si es que no era más y un sol de justicia. En todas partes el aire acondicionado a tope y claro el cambio con el exterior era tan fuerte que cuando salías era como si te faltara el aire. El único sitio en el que se podía respirar era a la orilla del río de la Perla, y en la cubierta del barco que nos dió una vuelta maravillosa por la noche viendo todo el "skyline" de Guangzhou iluminado(eso lo cuento en otra entrada).
Una de las tardes nos tuvimos que volver corriendo al hotel, una tormenta de esas veraniegas quiso remojarnos un poco.

Asi que no hay que olvidar llevar siempre la burbuja para la silla, sea la época del año que sea y aunque sea verano salir siempre con una mantita o una chaquetita para los niños.
Yo soy de las de "donde fueres haz lo que vieres", así que el paraguas plegable que compré el día de la tormenta se hizo mi amigo inseparable el resto de los días en China, y no porque lloviera, sino porque venía de perlas tener una sombra sobre mi cabeza en todo momento, y creedme que no era la única todas las chinas iban con su paraguas a modo de sombrilla.